Lo que nadie te cuenta del matrimonio
Parte 2 de la serie “Cómo fortalecer el matrimonio”
Para la segunda parte de esta serie (puedes leer la primera parte aquí), tengo el placer de presentarles una entrevista con alguien experta en el tema. Lleva 31 años de casada, pero aparte ella y su esposo han dado conferencias y clases sobre el matrimonio, el género, y mucho más. En mi propia vida, Sandy ha sido una persona con la que he podido contar durante tiempos difíciles y con muchas preguntas sobre el matrimonio y la familia. Sandy tiene una maestría en medicina familiar, es presbítera con las Asambleas de Dios en México, y lleva 22 años como misionera. Es la madre de tres hijos ( pero me compartió que su nuera es como su hija, así que tiene cuatro 😊). Está casada con Pablo Kazim, —el adulto que busca cualquier oportunidad para jugar con niños, inclusive cuando es hora de subir a la plataforma a predicar.

Aquí les presento una conversación honesta con información que mucha gente prefiere no hablar.
¿Cuál es el mejor atributo de tu marido? Me honra porque me ve como su igual en todos los aspectos — en responsabilidades de trabajo, como padres, tomando decisiones importantes, como dónde vivir, qué cosas caras vamos a comprar, cómo divertirnos, cuáles van a ser nuestras metas a futuro, y qué tipos de trabajos vamos a tomar.
¿Qué ha sido lo más difícil del matrimonio, algo que no esperabas? Envejecer juntos. Nuestros cuerpos (incluyendo nuestros cerebros) no responden como antes al ejercicio, a la comida, intimidad, a la resistencia, a cambios en el ambiente, y a estar rodeados de gente. A veces a Pablo realmente le cuesta trabajo adaptarse a un ambiente nuevo. Yo no tengo el mismo vigor emocional para estar expuesta, durante largos periodos de tiempo, a un lugar lleno de gente. Yo no siento el mismo placer sexual en comparación a lo que sentía antes de la menopausia. Los hombres mayores comúnmente batallan con disfunción eréctil. Las mujeres mayores pueden tener dolor durante las relaciones sexuales. Nadie habla de estas cosas abiertamente.
El matrimonio se trata de trabajar JUNTOS.
¿Qué le dirías a mujeres que llevan poco tiempo casadas? ¿Qué consejo les darías?
El matrimonio se trata de trabajar JUNTOS. Eso quiere decir que:
- Muestran honor y respeto el uno por el otro en frente de los hijos y en público también.
- Fijan metas a futuro que ambos pueden cumplir.
- Sus cuerpos cambian cuando envejecen, y sus necesidades de intimidad cambian también — o pueden cambiar para uno de los dos y no el otro. Tienen que estar dispuestos a hablar sobre esas cosas.
- Buscan la manera de divertirse en cada etapa del matrimonio — cuando los hijos están en casa, y cuando se van de la casa también.
- Escogen sus batallas. No seas quisquillosa con las cosas sin importancia. ¿A quién le importa que no dobla la ropa como tu la doblas? ¿A quién le importa que se le olvidó traer los jitomates como le habías pedido de regreso a casa? ¿Estuvo de acuerdo contigo sobre la manera en la que castigaste a los niños ese día — o si no, se esperó a que se durmieran los niños antes de discutir su opinión sobre las decisiones que se tomaron? Eso es más importante. ¿Ha sido fiel y no coquetea con otras mujeres desde el momento que dieron el ‘sí, acepto’ en el altar? Eso es más importante que el hecho de que ponga o no el papel de baño en su lugar cuando se acaba. Trato de no molestar a mi marido con las cosas pequeñas. También trato de agradecerle el hecho de no coquetear con otras mujeres, de que no mira hacia otro lado para ver otras mujeres cuando estamos en público o no quedarse clavado viendo otra mujer cruzar la calle. ¿Qué importa si ensució el piso cuando entró? Él también me hace saber de manera no verbal que soy la mujer más bella de su vida.
- Procura siempre practicar el agradecimiento y la gratitud. Dile seguido lo que te gusta de él, y hazle saber cuando hace algo que te gusta o de alguna manera te encantó.
Procura siempre practicar el agradecimiento y la gratitud. Dile seguido lo que te gusta de él, y hazle saber cuando hace algo que te gusta o de alguna manera te encantó.
¿Cuál ha sido el mejor consejo que has recibido? Practica honrar a tu esposo y tus hijos. Deshazte de las tendencias de avergonzarlos.
¿Cómo balanceas la familia y el trabajo? No lo hago bien. Creo que la familia casi siempre pasa a segundo plano más rápido que la carrera. La familia no contribuye al sueldo—la carrera sí. Entonces, es mucho más fácil y pasa más rápido que las necesidades de la familia pasan a segundo plano y la carrera toma prioridad. Para mí, balancearlo involucra decir que no a ciertas peticiones de trabajo.

Si pudieras regresar el tiempo, ¿harías algo distinto? En base a mi respuesta a la pregunta anterior, hubiera pasado más tiempo jugando con mis niños.
¿Cómo te cuidaste en medio del caos de la maternidad y el ministerio (el trabajo)? Cuidé lo que comía, y hacía ejercicio. No siempre hacía eso, pero cuando lograba hacerlo, tenía más energía, y una autoimagen más positiva. También me daba el lujo de cerrar la puerta de mi recamara para leer o ver algo en la televisión.
¿Quisieras compartir algo más sobre el matrimonio, la maternidad y/o el liderazgo? Creo que ponemos demasiado énfasis en los roles que la sociedad tradicionalmente le asigna al género. En Génesis 1, Dios no creó ni fue su intención asignar roles a cada género. Tanto hombre como mujer trabajaba, tenía la misma autoridad, y la misma importancia, así que me gustaría animar a aquellas mujeres que no se sienten cómodas quedándose en casa y siendo mamás, pero preferirían estar fuera de la casa trabajando. Me gustaría animar a aquellos hombres que preferirían estar en casa y criar a sus hijos para que lo hagan.
¿Qué le dirías a la mujer que está leyendo esto y se siente sola en su matrimonio, siente que es la única que está dispuesta a poner el esfuerzo para que el matrimonio salga adelante?
En un matrimonio en el que ambos no están dispuestos a poner el esfuerzo de manera igual, y no hay patrones de abuso o demuestran una conducta destructiva a los niños— es decir, si no hay daño físico o emocional hacia la pareja, creo que el punto final es que te quedas en el matrimonio. Pones de tu parte para mejorar o tener una mejor condición en el matrimonio y en la relación, así que haces lo que puedes sin hacerle daño a los niños y obviamente tomando en cuenta que no hay abuso hacia la pareja. Hay que enfocarse en lo bueno y lo verdadero y lo que es de valor para toda la vida. Como dice el dicho, ‘Se atraen más moscas con miel’. La miel es mucho más dulce que la amargura, como también es importante tanto como sea posible la gratitud. Obviamente, si hay violencia de cualquier tipo o se manifiesta de alguna manera, entonces no es una relación sana, y ese tipo de relación tiene que terminar. Pero si sólo se trata de dos personas casadas, y sólo una de ellas está poniendo el esfuerzo para tener un matrimonio sano, haces lo que puedes, y esperas que lo que le estás demostrando a tus hijos es una vida de gratitud, amor, y respeto. Y mientras pase eso, persistes.
Si sólo se trata de dos personas casadas, y sólo una de ellas está poniendo el esfuerzo para tener un matrimonio sano, haces lo que puedes, y esperas que lo que le estás demostrando a tus hijos es una vida de gratitud, amor, y respeto. Y mientras pase eso, persistes.
Hay mucha controversia y grandes diferencias de opinión en cuanto a si los matrimonios deberían de terminarse o no por el bien de los niños, aun si las dos personas no están enamorados —sinceramente no sé qué quiere decir eso, porque no creo que deberíamos de basar un contrato en los sentimientos. Hay muchos beneficios del matrimonio. El divorcio — el efecto del divorcio — es tóxico para el desarrollo de los niños, y si es posible quedarte casada por el bien de los niños, aunque los sentimientos que tengas no sean tan fuertes como cuando apenas se casaron, si los niños saben sus papás los quieren y pueden ver cómo viven juntos, sinceramente creo que es mejor que la separación. Puede que esté mal. Hay mucha controversia en cómo se desarrolla todo esto, pero veo tanto daño a causa del divorcio y al contrario veo a niños que tienen éxito hasta en un ambiente en el que el matrimonio no es el que yo desearía. Los niños crecieron con una mamá y un papá que sabían que los querían y estaban dispuestos a vivir bajo el mismo techo, y tratar de descubrir cómo hacer una vida juntos.
El matrimonio no es nada fácil, pero espero que sepas que hay miles de mujeres que han estado en las trincheras, han salido adelante con amor y mucha sabiduría para compartirnos en esta comunidad de mujeres. ¿Y tú? ¿Qué historia podrías contarnos con tu matrimonio y con tu amor? ¿Qué has aprendido?
Ándale, mujer, cuéntanos tu historia también, que todas tenemos algo que compartir y algo que enseñar.