Eres suficiente: encontrando valor como mujer

Eres suficiente. ¿Cuántas veces has anhelado escuchar esas palabras? ¿Por cuántas relaciones has pasado buscando en alguien un reflejo, buscando esas palabras y una respuesta a la pregunta—valgo la pena?

Creo que muchas mujeres lo hemos vivido hasta cierto punto, pero para algunas se nos dificulta el tema del autoestima y el valor. Si estás dudando de tu valor, de tu lugar en este mundo y estás leyendo estas palabras, quiero que sepas lo siguiente:

Pase lo que pase en tu vida, vales la pena. Tienes una historia importante, solo tuya, y tienes algo que dar al mundo, talentos tuyos, dones, pensamientos únicos. Tu relación no determina tu valor, tu trabajo no determina tu valor, tu situación familiar no determina tu valor, la cantidad de dinero en tu cuenta del banco no determina tu valor – tu valor como mujer no está en algo fuera de ti. Como ser humano, tienes un valor intrínseco, y eso no te lo quita nada ni nadie del mundo.  

“Nuestro trabajo no es negar la historia, sino desafiar el final—levantarnos fuertes, reconocer nuestra historia, y luchar con la verdad hasta llegar al punto en el que decimos—Sí. Esto fue lo que pasó. Y yo decido cómo se acaba la historia.” – Brené Brown

¿Cuál es tu historia? ¿Qué es lo que me contarías hoy mismo si nos sentáramos a tomar un café? Si yo te preguntara —¿quién eres?— ¿qué me contestarías? ¿Qué historia estás contando? ¿Qué pasaría si cambias esa historia, si en vez de contar una historia de tristeza, pérdida, duelo, empezarías a contar la historia encontrando el propósito en cada lucha y cada batalla que has perdido o ganado.

Eres mucho más de lo que te pasó. Eres más que ese obstáculo enorme que tienes en frente.  Eres más de lo que te dijeron. Eres suficiente…tal cual, sin cambiar nada. No importa tu talla, tu peso, tu color de cabello, tu color de piel—eres suficiente.

No te voy a mentir, ni tampoco te voy a decir que el camino será fácil, pero sí vale la pena. Tu historia no se ha acabado, porque sigues en esta tierra, y tienes un propósito en la vida. Tú eres la que determina la historia que vivirás y contarás—nadie más. ¿Has metido la pata? ¿Has cometido errores inimaginables, del tipo que no has contado a nadie en el mundo? Aun así, tienes valor incalculable. Eres suficiente.

Mujer, no sé por lo que estás pasando, sólo sé que han habido momentos en mi propia vida cuando esas palabras me movieron el mundo y me ayudaron a ver claramente, así que te lo repito, y espero que en algún momento lo puedas leer en voz alta: eres suficiente…vales la pena.

Ponte de pie, toma el control de tu vida, y empieza a vivir la vida que siempre soñaste. ¿Qué quieres? ¿Qué es lo que más quieres de la vida? Escríbelo, visualízalo, suéñalo, óra por eso. Eres más que suficiente, vales la pena, y hasta que puedas recibir ese mensaje con todo tu corazón y con tu mente podrás empezar a cambiar tu mundo.