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Desilusión: 4 pasos para enfrentar las decepciones más grandes de la vida con fuerza y valentía

Me acuerdo de la primera vez que sentí lo que es la desilusión. Anhelaba ser mamá, sabía que a pesar de los obstáculos que tenía en frente, iba a salir adelante con mi bebé. A mis 20 años de edad, no sabía cómo ni con qué, pero sabía que lo iba a proteger con todo lo que tenía.

Desilusión — la desilusión es de las emociones más fuertes que podemos sentir. Te cautiva, te desespera, y es una amenaza para tu futuro porque cuando estás dentro de la emoción del momento sientes que jamás vas a salir, que nunca podrás volver a soñar.

Nadie es inmune a la desilusión. Tenemos sueños, esperanzas y expectativas, y a veces la vida pasa y perdemos algo que anhelábamos, un ser querido fallece, una relación que pensábamos que iba a ser para toda la vida se acaba, nos despiden del trabajo, o no nos dan el trabajo que soñábamos. Desilusión.

Cuando te encuentras justo en medio de una desilusión, tienes dos opciones: rendirte al sentimiento, sentirlo completamente como lo que es (algo pasajero), llorar lo que tienes que llorar y ponerte de pie para seguir persiguiendo tus sueños o puedes hacer todo lo posible por no volver a sentir la desilusión de nuevo, luchar contra el sentimiento con todo lo que tienes, huir contra ella con una desesperación y un furor para no volver a sentirte atrapada en sus manos. Yo opté por la segunda opción. Cuando mi bebé no llegó ni a las 6 semanas de gestación, yo ya había dado la cara al mundo por esa criatura, y me sentí rechazada por mucha gente, por la misma gente que debió de haberme tendido la mano para decirme que las cosas iban a estar bien. Huí y estuve huyendo durante varios años para no volver a sentir ese sentimiento. Hice de todo y probé de todo para escaparme del sentimiento, culpando a Dios, culpándome a mi misma y a quien fuera que se me topara.

Desilusión. No hay otra palabra para explicarlo. Estaba desilusionada con la vida, con Dios, con todo, y entre más huía más me desilusionaba. Cuando por fin pude parar, abrir los ojos (no fue de la noche a la mañana), y enfrentarme cara a cara con esa desilusión se derritió. Y eso es justo lo que pasa muchas veces con las emociones. Le tenemos tanto miedo a las emociones fuertes que huimos en vez de quedarnos quietos un ratito, sentirlo y dejar que nos transformen y que pase la emoción. Es más la ansiedad y el miedo a sentir la emoción (seguramente también tendrás una emoción a la que le huyes – soledad, desesperación, ansiedad, miedo, tristeza, enojo, timidez, etc.) que la emoción en si.

Es más la ansiedad acerca de la emoción (seguramente también tendrás una emoción a la que le huyes – soledad, desesperación, ansiedad, miedo, tristeza, enojo, timidez, etc.) que la emoción en si.

Cuando te das cuenta que estás en medio de una desilusión, intenta algo nuevo.

  1. Abrázalo con tu mente. Invita la emoción que tengas al respecto, es más, hasta exagéralo si quieres por unos minutos, pero quédate ahí mismo con la emoción en vez de tratar de huir.
  2. Habla con alguien de confianza. Estás en un momento difícil así que es un momento perfecto para pedir ayuda sincera. Habla con alguien que siempre ha deseado lo mejor para ti, que siempre ha sido tu fan. Tal vez es tu hermana, una amiga, una tía. No lo sé, pero es el momento perfecto para compartir y pedirle a esa persona que no te deje caer en la tentación de huir de tus emociones y tus sentimientos.
  3. Acepta la desilusión. Sea lo que sea, acepta que te afectó. Respira profundamente, y acéptalo por lo que es — una desilusión.
  4. Haz un compromiso contigo. No volverás a huir, de ahora en adelante vas a dar la cara a todas y cada una de tus emociones, tus derrotas y tus desilusiones, y te vas a cuidar durante el proceso (puedes ver algunas ideas para cuidarte aquí). 

Me tardé demasiados años en entender que no tenía caso huir de situaciones y emociones, al fin y al cabo toda tu historia está en ti y te sigue a donde quiera que vayas. Espero que sepas que no estás sola, especialmente si estás pasando por una desilusión enorme en tu vida. No tienes que huir. Puedes enfrentarlo y no caer en la autodestrucción.

Ándale, mujer. Enfrenta la situación, siéntelo con todo lo que tienes y pa’delante.

Desilusión: 4 pasos para enfrentar las decepciones más grandes de la vida con fuerza y valentía - ándale mujer
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